Entrevista a Raphael: «Nunca pensé en retirarme» – TN LA VIOLA

Antes de su show sinfónico en el Gran Rex, el próximo 8 de marzo, el español repasa su relación con el público argentino y habla de su último disco, Infinitos Bailes.

Por Nicolás Igarzábal

La primera vez que Raphael vino a la Argentina fue en el año 1968 y se presentó en el programa Sábados Circulares de Pipo Mancera. Toda una historia ligada a nuestro país. El español cosechó fanáticos locales durante décadas y tenerlo de vuelta siempre es una buena noticia. El 8 de marzo se presentará en el Gran Rex con su show Sinphónico, en el que repasa todos sus clásicos (desde «Yo soy aquel» hasta «Escándalo») con una orquesta de 80 músicos. «Ha sido lo mejor que he hecho hasta ahora, es el espectáculo más completo de mi carrera», le explicó a La Viola, orgulloso.

En paralelo a esta gira, el músico grabó Infinitos Bailes, un disco donde artistas más jóvenes, como Enrique Bunbury, Dani Martín, Pablo López, Paty Cantú, Iván Ferreiro y Diego Cantero le compusieron temas para que él cantara. Un cruce generacional que dio grandes frutos.

La Viola: ¿Cuál fue el criterio de la convocatoria?

Raphael: Son todos amigos. El disco fue idea de mi hijo Manuel Martos, que se encargó de todos los pasos a dar. Y yo no tuve más que entrar al estudio y grabar. Como conozco a todos y son amigos, no tuve ningún problema. Fue una experiencia muy interesante para mí.

LV: ¿Cómo fue el proceso de adaptación?

R: Yo me adapté al estilo de cada uno. No quería que hicieran temas a mi forma, sino lo que le salieran a ellos y han sido todos aciertos. Las canciones son todas buenísimas y las estoy disfrutando muchísimo.

LV: Iván Ferreiro, uno de los compositores del disco, te definió en una entrevista como una mezcla entre Sinatra y Bowie, ¿cómo tomás eso?

R: Bueno, muy bien (risas). Es un honor para mí que diga eso.

LV: Con Enrique Bunbury hiciste “La duda desnuda”. Ya habías trabajado antes con él…

R: Sí, ya hemos hecho como cuatro o cinco canciones, incluso “Ahora”, que es una de mis mejores canciones. Todos los que participaron en el disco van a estar en el próximo, que espero que salga igual de bueno que este.

LV: ¿Cómo asimilaste el avance de la tecnología entre el público de tus conciertos?

R: Lo he asimilado bastante bien porque lo veo todos los días: ya no me reciben solamente con el aplauso, sino con miles y miles de flashes. A todo se acostumbra uno. No me molesta para nada. El público es muy respetuoso y sabe que tiene que sacar unas fotos y después dejarme tranquilo para cantar.

LV: Sos un referente de la canción romántica, ¿qué se siente que personas de todo el mundo se hayan enamorado con tus temas?

R: “Mi gran noche” suena siempre en las bodas y en los estadios de fútbol se canta “Escándalo”. Es increíble. Hay gente que se ha tatuado mi nombre, y a mí particularmente me parece un disparate. Me mostraron tatuajes de la espalda entera e imagino que eso debe doler como demonios. Y para quitarse eso, van a sufrir bastante. Yo no quiero estar metido entremedio de esas cosas, prefiero que me recuerden con cariño a que se escriban mi nombre en su piel.

LV: Toda tu vida te dedicaste a cantar, ¿qué hubieras sido si no hubieses sido músico?

R: Hubiera sido pintor, actor o escritor. Siempre dentro del arte. Pintor, seguramente. Yo pinto, lo que pasa es que me da mucha vergüenza exponer mis cuadros, solo se los regalo a mis amigos. No tengo un estilo en particular, me gusta el color.